martes, julio 13, 2010

Marta Minujín: "TODO ES ARTE"

Para Marta Minujin ser un buen artista no significa pintar bien, ni dibujar bien, sino hacerlo, decididos. Ella abandonó el instituto de Bellas Artes para crear fiel a sus propias convicciones, segura de sí misma.
En el video, Marta Minujín recuerda la experiencia del "Obelisco de pan dulce", una estructura perpendicular que realizó en plena ciudad de Buenos Aires, a fines de los 70. "Mi teoría es la de la sociedad multidireccional, todo cambia desde el punto de vista desde el que vemos las cosas". Ella, que se autodenomina "artista popular", realizó una serie de fotos con "su pariente cósmico", Andy Warhol, en las que se simboliza el pago de la deuda externa mediante cholos, el "oro argentino".
Entre mayo y junio de 1965, Marta Minujín y Rubén Santantonín presentaron "La Menesunda" en el Instituto Di Tella (realizada con la colaboración, en distintas tareas, de Pablo Suárez, David Lamelas, Rodolfo Prayon, Floreal Amor y Leopoldo Maler). Se trataba de una ambientación que el espectador debía recorrer a través de 16 zonas y situaciones diferentes, sin aviso previo de lo que en su interior ocurriría. Se accedía en grupos de ocho personas por vez, luego de esperar en largas filas, se ingresaba a través de una silueta de un hombre recortada en una cortina de plástico transparente. Después se transitaba por un túnel de luces de neón que llevaba a un espacio con diez televisores encendidos con su volúmen alto. Luego, se ingresaba en un dormitorio con una pareja en la cama. Otro túnel, con luces de neón y sonidos de la calle, conducía a una escalera con pasamanos de esponja y un fuerte aroma de perfume, que finalizaba en una gigantesca cabeza de mujer. Su interior estaba cubierto de cosméticos y una maquilladora atendía al público, aplicándole sus productos. Un canasto giratorio conducía al espectador maquillado a un túnel de paredes blandas y suelo gomoso. Al traspasar una puerta se entraba en un espacio oscuro con olor a consultorio dental, en el que había un disco telefónico gigante: para salir de la ambientación era necesario acertar el número a marcar. La salida era a través de una cámara frigorífica, con una temperatura de algunos grados bajo cero, llena de telas de todo tipo y color que cerraban el paso. Finalmente, se accedía a una cámara octogonal con espejos, que se oscurecía al ingresar el visitante. De inmediato se encendían luces negras y unos ventiladores hacían caer una lluvia de papel picado de colores. Como despedida, un aroma a frituras devolvía al espectador a su espacio cotidiano.
En todo el conjunto se percibía cierto tono popular, en particular en la configuración visual del contexto, en las alusiones a la publicidad barata, en los carteles de plástico, en la decoración del gabinete de la maquilladora y en otros pasajes del recorrido. En 1966 obtuvo la beca Guggenheim y se fue a vivir por diez años -con leves interrupciones- a Nueva York. Desde 1980, Minujín realiza esculturas con apropiaciones de obras clásicas de la estatuaria greco-romana, de la renacentista y hasta de las estatuillas cicládicas. Sus obras son reproducciones en yeso de esos modelos, fragmentados, desarticulados en secciones desplazadas. Estuvo ligada al movimiento hippie y a la psicodelia. Tiene más de 50 esculturas esparcidas por las capitales del mundo. Entre ellas, las más representativas y famosas son:

El "Obelisco acostado" (1978) en la Bienal de San Pablo.
La "Operacion Perfume" (1971) en Buenos Aires y varias replicas en varios paises.
El "Obelisco de Pan dulce" (1979) durante la Feria de las Naciones, Buenos Aires.
La "Torre de pan de Joyce" (1980).
El "Carlos Gardel de Fuego": una estructura metálica reproduciendo la imagen del cantor, rellena de algodón que fue prendida fuego, como arte efímero. Medellín, Colombia. (1981).
"La Fiesta del éxito": performance realizada junto al artista argentino Eduardo Sanguinetti(1981).
La “Venus de queso” (1981).
El "Partenón de libros": una reproducción del Partenón de Atenas constituído en libros. (1983).
Sus happenings y obras de arte efímero en general apuntan a la respuesta del espectador, y, generalmente, producen controversia y comentarios en los medios masivos de comunicación.




"Todos tenemos adentro una fuerza, el arte, que no tiene ningún sentido, tiene la propiedad de rescatar la grandeza oculta que tenemos dentro y que no nos damos cuenta".



"Llevé todos los choclos, hice una montaña, pusimos dos sillas y nos sacamos diez fotos. Yo agarraba el choclo, él subía, yo se lo ofrecía y él lo aceptaba. Así la deuda externa quedaba paga. Pensando que yo era la reina del pop por estos lados y él, el rey del pop por allá, tenía sentido que saldáramos la deuda. Después regalamos los choclos firmados a la gente. Esa fue la última vez que lo vi. Murió dos años después."
Fuente: Wikipedia

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